El poder de la música en personas con síndrome de Down
- mercadotecniainsti
- 30 sept
- 2 Min. de lectura

La música es un lenguaje universal. Nos conecta, nos emociona y nos acompaña en cada etapa de la vida. Pero más allá del placer de escuchar una melodía, diversos estudios han demostrado que la música tiene un impacto profundo en el desarrollo emocional, cognitivo y social de las personas, especialmente en aquellas con síndrome de Down.
La música como herramienta terapéutica
La musicoterapia es una disciplina que utiliza la música y sus elementos —ritmo, melodía, armonía y movimiento— para promover cambios positivos en diferentes áreas del desarrollo.En personas con síndrome de Down, esta práctica se convierte en una aliada valiosa para:
Estimular el lenguaje: Las canciones con letras repetitivas y ritmos marcados ayudan a mejorar la pronunciación, la memoria verbal y la comprensión del lenguaje.
Desarrollar la motricidad: Tocar instrumentos o seguir ritmos con el cuerpo fortalece la coordinación, la postura y la motricidad fina y gruesa.
Fomentar la atención y la memoria: Seguir patrones musicales, recordar melodías y participar en actividades rítmicas fortalece las funciones cognitivas.
Beneficios emocionales y sociales
La música también tiene un impacto profundo en el bienestar emocional. Cantar o tocar un instrumento brinda una forma de expresión libre y alegre, lo cual refuerza la autoestima y la confianza. Además, las actividades musicales grupales fomentan la interacción social, la empatía y el trabajo en equipo.
En entornos como los programas educativos de TEDI, la música no solo es un complemento, sino un medio para que los alumnos se conozcan, se expresen y compartan con otros.
Historias que inspiran
Muchos niños y jóvenes con síndrome de Down descubren en la música una pasión que los motiva a seguir aprendiendo. Algunos participan en coros, aprenden a tocar instrumentos o disfrutan bailar como una forma de expresión.Estos logros musicales no solo enriquecen su vida personal, sino que también muestran al mundo sus talentos y capacidades.
Conclusión
La música transforma, inspira y conecta. En el caso de las personas con síndrome de Down, se convierte en una herramienta poderosa para el desarrollo integral: físico, cognitivo, emocional y social.A través de cada nota y melodía, la música abre caminos hacia la inclusión, la alegría y la autoconfianza.
📍En TEDI, creemos en el poder de la música como parte de un enfoque integral de atención. Promovemos espacios donde cada niño y joven puede descubrir sus talentos, expresarse y vivir experiencias significativas que impulsen su desarrollo.



Comentarios